Costa Tropical

En Andalucía, existe ese momento del día entre las dos y las cinco de la tarde en el que el calor y la luz alcanzan su máxima intensidad, donde las tiendas y las oficinas cierran, el trabajo se detiene y la gente acude a sus casas a refugiarse, almorzar y cerrar los ojos. Es cuando las calles se quedan vacías y silenciosas y domina una sensación de atemporalidad o tiempo suspendido. Tanto las personas como los objetos que quedan aún en la superficie de ese paisaje alterado, se perciben de forma distinta, aislados los unos de los otros y desconectados entre sí. Su presencia, ahora excepcional -o accidental- parece magnificarse rodeada de tanto vacío, y en esa magnitud aparecen nuevas relaciones espaciales y semánticas, añadiéndose un grado de tensión antes no existente.

El azar y lo imprevisible parecen apoderarse del curso de los acontecimientos, coexistiendo lo cómico, lo trágico y lo absurdo, en una nueva realidad que bien podía formar parte de una pieza de teatro sin guión consciente.

De este modo, para este proyecto he decidido fotografiar el paisaje y el espacio público como un gran decorado, siendo los elementos, detalles arquitectónicos y demás objetos inanimados, elementos de atrezzo, y las personas personajes que deambulan ajenos a su propio rol.

Con esta serie he intentado producir una imaginería original y alternativa de un área geográfica dada, la Costa Tropical de Granada, al margen de lecturas históricas o localismos, aún sirviéndome para ello de los mismos elementos comunes en el paisaje. Las imágenes resultantes parecen habitar un territorio nuevo y soberano, situado en algún lugar entre realidad y ficción, registro e invención, documento y percepción subjetiva.