Marc Serra
Barcelona
1977
Happy People fue una instalación de work in progress: durante días, Marc dejó abierto un fotomatón con una cámara digital casera equipada con una tecnológia de “detector de sonrisas”. La cámara sólo disparaba cuando el sujeto a fotografiar sonreía o aparentaba sonreir
Happy People probablemente nació mucho antes que Marc Serra, que nació en 1977. Probablemente surgió en algún rincón del siglo XX, siglo de emancipación para el hombre, de su liberación absoluta de la religión como única explicación del universo. El siglo XX no era el auge del antropocentrismo, fue su zenit. Fue, y aún es, la consolidación absoluta del hombre como ser divino, cuyos poderes se manifiestan en la ciencia y la tecnología. Omnipresente. Omnisciente. Omnipotente. Internet. Boeing 747. Minipimers. Pero los dioses no son estas cosas, ni siquiera son los que las han creado. Los dioses son los que las compran.
Nuevos dioses necesitan encarnarse en efigies nuevas, todas hechas a su imagen, a imagen del hombre. El nuevo nuevo testamento es más revista que biblia, repleto de retratos humanos con historias que importan tan poco que se explican en pies de foto. Son estampas que se reproducen digitalmente, al alcance de todos. Cualquiera puede hacerse una foto y tener su propio tótem. Cualquiera puede ser adorado.
Buena presencia, indispensable. Las gordas no se merecen el amor. Sonría, por favor. Have a nice day, bitch. Sólo algunos de los mantras de la moralidad moderna, que poco tiene de moral. Nos han vendido arbitrariedades como dogma y nos han convencido de que sólo somos deseables cuando somos felices. Por tanto, la felicidad debe perseguirse como único destino. En su defecto, la felicidad debe ser falseada.
Y nos dicen que la belleza es igual a la felicidad, que son conceptos intercambiables. La sonrisa se ha convertido en acto reflejo para el que se encara con lo que no es tanto cámara de fotos;más bien es dispositivo para la inmortalidad. Queremos vivir para siempre, pero sólo en momentos de alegría, yendo en contra de la naturaleza de la memoria humana, más propensa a preservar lo traumático.
A nivel puramente estético, con la cultura de la sonrisa negamos nuestra individualidad y por ende nuestro esse, o alma. Nuestra fotogeneidad particular puede ser que no corresponda con el rictus de la felicidad. Algunas personas son más bellas cuando gritan, con las mueca del orgasmo, cuando piensan en la muerte. No siempre somos más bellos cuando estamos felices, ni los guapos son dueños de la alegría.
Como una enfermedad, la sonrisa se contagia. El simple acto de levantar los extremos de la boca nos hace sudar endorfinas, elementos químicos que provocan la felicidad. Incluso la alegría falsa puede hacer eco en los demás. Se ríen porque nos reímos nosotros, aunque nosotros nos reímos para no llorar. Podemos mover una moneda mentira para comprar verdades. Si con la mentira podemos conseguir la felicidad prójima, ¿qué más da que partamos de un engaño?
La obra de Marc Serra regocija en la contradicción (solamente) aparente y en las yuxtaposiciones(aparentemente) inverosímiles. La felicidad escenificada, la fotogenia universal, el misticismo superficial, la arbitrariedad preseleccionada. Son conceptos imposibles, sustantivos que no casan nunca con sus adjetivos y por definición no pueden existir, pero cuya poesía fulmina cualquier duda acerca de su existencia. Marc Serra eleva lo absurdo a una ciencia cuya tabla de elementos sólo se puede explicar en código surrealista. Su arte remueve reflexiones magistrales por su simplicidad, que rehuyen de la rimbombancia en esdrújula y caben en una servilleta de papel.
Happy People ha sido posible también gracias a vosotros, sujetos-modelos generadores de la obra.
Gracias a tod@s. (texto de Lobregat Balaguer, 2009)
30y3 es un archivo y plataforma independiente dedicada a difundir y apoyar el trabajo de lxs fotógrafxs contemporánexs de España y más allá.
Puedes escribirnos a hola(arroba)30y3.com o seguirnos a través de facebook, twitter e instagram. De vez en cuando enviamos una newsletter a la que te puedes subscribir aquí.
El diseño y programación de esta página web contó con una ayuda del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El alojamiento web es cortesía de Dinahosting.