Jordi Ruiz Cirera- Menonos

Llegaron a Bolivia en los años cincuenta, procedentes de Canadá, México o Belice donde la supervivencia de su estilo de vida estaba siendo amenazada. En Canadá los jóvenes ya no iban por el buen camino y de pronto el gobierno les impidió mantener su sistema educativo. Esto fue suficiente para que algunos de ellos se fueran a Bolivia invitados por el gobierno con la promesa de tener tierras y libertad religiosa. Actualmente hay mas de cincuenta mil Menonitas, o Menonos, como les conocen por aquí, aunque es difícil saber el numero exacto, ya que muchos viven indocumentados o con pasaporte extranjero. Siguen viviendo casi como lo hacían sus antepasados en la Alemania del S.XVI, sin coches, sin electricidad, sin teléfono y extremadamente aislados de la sociedad local.

“A Evo no le gustamos”, se quejan refiriéndose al presidente Morales. Y es que, lamentablemente para ellos, el actual gobierno está aumentando la protección del medio ambiente, lo que les impide cortar el bosque para cultivar. Las colonias no saben como lidiar con la creciente influencia de “los Bolivianos”, lo que significa más fácil acceso al alcohol, los coches o la música. Algunos deciden marchar a nuevas y más alejadas colonias, esperando que así las malas influencias no van a llegar. Pero los Menonos son siempre una fuente de ingresos, tienen ganado, pero no saben cómo venderlo, necesitan ir a la ciudad, pero no pueden conducir. Así que no importa cuan lejos se vayan, pronto los compradores de ganado pasarán con sus camiones y al cabo de poco una pequeña tienda se pondrá justo en la entrada de la colonia. Nuevos países en los que establecerse son difíciles en estos tiempos, así como nueva tierra para crear mas colonias. Así, la sensación de estar llegando al fin de una etapa se percibe a su alrededor.